Lecciones sobre el Frente Amplio

Por: Juan Calderón, Tegucigalpa (colectivo hondureño)

«En Honduras se ha estado gestando un cambio en la cultura política, en la juventud ya no hay una definición clara entre liberales y nacionalistas». Eugenio Sosa, investigador social.

Esta frase se puede interpretar como que en Honduras el bipartidismo se debilita con el levantamiento de las nuevas generaciones. Se interpreta como que existe una esperanza de cambio para Honduras, una esperanza en el futuro cercano. Esperanza que se fortalece con la lucha diaria de un pueblo en resistencia y recientemente, un pueblo en revolución social proactiva, sostenida y sobre todo amplia.

La población se ha desapegado de las líneas duras tradicionales que se sostenían en paradigmas familiares históricos. Esto se ha debido más que todo a la misma incapacidad y avaricia de la clase gobernante de los últimos 30 años. El bipartidismo centenario de los partidos Liberal y Nacional da sus últimas manotadas.

Ahora el reto que nos atañe es manejar nuestros recursos con responsabilidad e inteligencia. El capital político capaz de refundar la nación hondureña se basa en una profunda inconformidad y en los anhelos postergados por generaciones de todo un pueblo excluido y pisoteado por extranjeros, en su propia casa.

Ahora necesitamos fortalecer un movimiento político sustentado en ejes de acción definidos pragmáticamente, (1) anticipando y desvaneciendo las diferencias internas y (2) construyendo propuestas que no solamente solventen necesidades y anhelos de la sociedad, sino también que sean sostenibles. Es esto lo que debe buscar el recientemente creado FARP (Frente Amplio de Resistencia Popular)

1)      En un artículo anterior se habló del problema esencial que tiene la izquierda latinoamericana (específicamente de Honduras). Su impresionante capacidad histórica para dividirse.

Además se habló de la conveniencia que conlleva para la oligarquía el generar la división en los distintos sectores que conforman el movimiento, mediante debates estériles, pero polémicos como:

– Refundacionales Vs. Electoreros

– Liberales en Resistencia Vs. Bloque popular

– Revolucionarios pura sangre Vs. Oportunistas…

Las disyuntivas por las que atraviesa el movimiento político hondureño convergen en una sola, es básicamente la «ruta para la toma del poder». Quizá podamos bajar del pedestal este tema que parece importante si reconocemos aquel principio fundamental de la política establecido por Nicolás Maquiavelo: “El fin justifica los medios”. Entendido como que después de haber reconocido un fin sublime y justo los medios dejan de tener importancia.

Si quienes pertenecen al movimiento revolucionario sienten que el fin que persiguen es sublime y justo, no necesitan expiarse (redimirse) con los medios más morales, estrictos y exquisitos. Sencillamente se debe reconocer en el campo del juego político ciertas reglas que debemos primero seguir, luego dominar, finalmente reemplazar y jamás romper, ya que además de no ser necesario, nos deslegitimaría.

Concretizando, al tratar de encontrar una ruta lógica que implique a ciencia cierta la toma del poder es fácil darse cuenta que así como es más fácil usar la estufa para cocinar que inventar el fuego. También es más favorable tomar el poder subiendo por el ascensor electoral, más que construir algún extraño tipo de escaleras exóticas y esotéricas basadas en algo (nada nuevo) como la invocación, convocatoria, auto invocación o como se llame.

En la ingeniería de la construcción, así como en la ingeniería de la política, no hay que divagar, hay que ser ejecutivos.

Como dicen los amigos «Hay que convertir nuestras conquistas en poder y nuestro poder en conquista» La Honda No 70.

«Abrir un nuevo frente de lucha no es anular los que ya tenemos» La Honda No 70

Los ejes de organización, movilización y formación empujarán nuestro avance en el campo electoral y en cualquier otro campo.

He aquí la diferencia entre el teórico y el político.

El teórico se enamora de las ideas. El político hace que las ideas sean viables, prefiere un avance sostenido antes que perpetuar una lucha por un cambio radical que nunca llega.

Si te enamoras de las ideas, y te contentas con construir tu utopía de sueños ideales puedes ser un buen teórico pero un pésimo político.

En Uruguay se sostuvo una lucha interna durante casi 40 años hasta que hace poco se logró la unidad y casi de inmediato se logró el poder. Varias divisiones históricas atrasaron el movimiento durante décadas, hasta que en cierto día se aprendió la lección y el movimiento fue imparable.

Cada ideología que tenga su iglesia, pero el frente amplio trasciende cualquier ideología. El frente amplio sólo se plantea tres o cuatro puntos en los que todos estén de acuerdo y en torno a eso se avanza a paso firme y sostenido.

«La gente es inteligente, no vota por discursos testimoniales. La gente es pragmática y vota por resolver sus necesidades inmediatas»

Las líneas eje del frente amplio de Uruguay son: «Movilización, concertación y articulación». Se parecen un poco a nuestras líneas: «Formación, organización y movilización». Quizá si agregamos la concertación a nuestras líneas de trabajo, estas líneas sean aún más avanzadas que las del hermano país. No tenemos que pasar el mismo proceso que ellos, ya ellos lo vivieron y a nosotros solo nos toca ser inteligentes y aprender.

El Mayor error del frente amplio de Uruguay ha sido según Gustavo Leal: «confrontaciones políticas internas».

Se cuentan anécdotas de reuniones de frentes de izquierda en donde se mencionaban cosas como «En el frente los trotskistas son nuestros enemigos» o «tenemos que desplazar a los maoístas». Esto fue práctica durante muchos años hasta que se logró digerir que el enemigo estaba afuera…

Especialistas en perder elecciones. «Cuando nos aprendimos todas las respuestas, nos cambiaron todas las preguntas, y así el movimiento caminaba con letargo…»

Para ganar, hay que ganar el centro

Independientemente de la configuración política partidista del país, en una población de mediano nivel de conciencia siempre habrán tres líneas políticas de pensamiento: derecha, izquierda y centro. De las tres, siempre la más fuerte será la del centro así que cualquier movimiento inteligente debe hacer «alianzas» con este sector de la población.

«Se debe buscar la forma de que desde un espacio de izquierda se pueda incorporar a sectores que se consideran de centro».

Busquemos tres o cuatro puntos de alianza y no les exijamos a los demás lo que no pueden hacer, esto es lo que significa el lema «La concertación para el desarrollo».

2)   Recomendaciones:

  1. Pensar desde un inicio en mecanismos de rendición de cuentas.

En muchos casos históricos se ha dado que cuando el partido llega al poder se abandonan algunas de las causas importantes que lo impulsaron. Para que esto no ocurra se debe crear dispositivos de participación directa de los sectores sociales que no permitan que el movimiento político abandone la causa que le dio razón de ser. Es decir, para evitar la burocratización institucional del partido.

  1. Trabajar en la protección de los votos en las mesas electorales.

Un problema de los movimientos políticos jóvenes es su incapacidad para lograr una vigilancia total en las mesas electorales, esto sucedió con López Obrador en las elecciones del 2006, lo que le costó un tremendo fraude que le arrebató el poder de México.

Una de las razones que muchos encuentran para no participar en las elecciones del 2013 es que el TSE (Tribunal supremo electoral) está dominado por los mismos magistrados que soportaron el golpe de estado del 2009. Esto es razonable, sin embargo hay que tomar en cuenta que si somos capaces de llenar de delegados todas las mesas electorales seremos capaces de demostrar cualquier fraude contraponiendo las actas originales a los resultados oficiales.

Después de un fraude comprobado el movimiento político injuriado se fortalece muchísimo. Como ejemplo recordemos que la intención de voto a Lopez Obrador en México varió de 34% a 52% antes y después del fraude sufrido.

Para reflexionar:

«El día en que dejen de luchar torpemente las fracciones, brillará la unidad que las involucra y esa unidad es filosofía, y el hombre que tiene el sentido de la unidad o síntesis es filosofo». (Jorgue Angel Livraga)

«El verdadero heroísmo está en transformar los deseos en realidades y las ideas en hechos». (Alfonso Rodríguez Castelao)

«Yo apoyo el Frente amplio, creo que las elecciones son una herramienta más de lucha, no la única, creo que la lucha en la calle debe seguir y debe acelerarse, aclaro que no busco chamba como dicen algunos, mi chamba la he perdido ya en dos oportunidades como Fiscal del Miniterio Público, creo que debemos refundar el país, creo que no debería haber division entre refundacionalistas y electoreros, y estoy convencido que el enemigo no esta dentro del Frente, el enemigo es la OLIGARQUIA, y paremos de contar». (Jari Dixon, lider de la lucha anticorrupción en Honduras, conocido por la huelga de los fiscales)

2 pensamientos en “Lecciones sobre el Frente Amplio

  1. Muy acertado, me gustó. La lección más importante es la de unir esa teoría-praxis, además de ser simples, no hacer listas de supermercado que luego no se alcanza a cubrir todo. Con la simplicidad es más fácil estar claros en lo que se desea, para que poco a poco las cosas se vayan dando.

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